Sankai Juku
Kinkan Shonen. Dir. Ushio Amagatsu
Mercat de les Flors, Barcelona, del 27 al 30 de noviembre, 100 min.
Diseñada hace treinta años bajo la consigna de trascender el tenebrismo al que conducía el butoh en sus años de eclosión, Kinkan Shonen, sueño de un joven sobre los orígenes de la vida y la muerte de Ushio Amagatsu, ha sido devuelta a los escenarios por su creador con una clara intención: redimensionar la pieza que, luego de su estreno en el Nihon Shobo Kankan Hall de Japón en 1978, le posicionó como imagen primordial en el estandarte estético de las generaciones post Hiroshima y Nagasaki. La encomienda, a raíz de su recuperación en 2005, ha sido ésta: emprender el proceso de transición necesario para lograr “desmultiplicar” la coreografía original (concebida como un “solo”) y depositar en siete ejecutantes todo el corpus discursivo de lo que acaso sea una de las propuestas más trepidantes de su repertorio. Alejado de la situación preciosista que ha caracterizado su trabajo en los últimos años, Amagatsu recrea aquel “despertar” experimentado durante su infancia para conducir al espectador al “estado primitivo de la humanidad” que durante las últimas tres décadas se ha convertido en su fuente energética. El carácter ritual no se ha hecho esperar. Y para condensarlo, el musicalizador Yoichiro Yosikawa entra en acción situando al espectador lo mismo en el silencio más hostil que en los límites del hard rock. La experiencia a este punto, es ya suficientemente atípica. Y es que convencido de que tanto la violencia como el morbo visual son ingredientes imprescindibles para transferir la esencia del butoh como disciplina y no sólo como técnica, Amagatsu reconstruye la narrativa original de la coreografía sin descuidar ese espíritu que —influido por las postulaciones de Hijikata, Mishima, Bataille o Sade, por ejemplo—, se proponía alcanzar la naturaleza primigenia de lo bello y lo terrible; del éxtasis y el dolor; de la vida y la muerte. El espectador, con todo, intuye que lo ha logrado.