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Mostrando entradas de enero, 2009

GABRIEL DE LA MORA: DEL MYSTERIUM TREMENDUM COMO PRINCIPIO DEL ARTE

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Versión completa del artículo, en el número de febrero 2009 de la revista Art.Es A principios del diciembre pasado, la Sicardi Gallery de Houston, Texas inauguró Blind Lines del artista mexicano Gabriel de la Mora (Colima, México 1968), refrendando con ello, su particular interés por el conceptualismo contemporáneo producido en, y por creadores originarios de, Latinoamérica. Diseñados por el artista como un giro evolutivo a la línea sobre la cual ha venido trabajando desde su incursión en la escena, los contenidos de la exposición significaron una mutación interesante en su propuesta estética: donde antes hubo predominio de la figura, ahora encontramos abstracción, pero sobretodo una particular fijación por los procesos que dan origen a una obra que, en pro de la experimentación, transversaliza las nociones y técnicas existentes alrededor de la escultura, fotografía, instalación, pintura y video. Perteneciente a esa generación de conceptualistas mexicanos, de entre c

DÍAS MEJORES, LA SOCIEDAD POST-PARANOICA

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Días Mejores , de Richard Dresser, dirigida por Àlex Rigola. Sala Fabià Puigserver del Teatre Lliure, Barcelona, del 7 al 18 de enero, 110 min. Luego del sobresalto que significó para la escena local su adaptación al teatro de 2666 de Roberto Bolaño, Àlex Rigola ha vuelto a poner el dedo en la llaga. Esta vez, el pretexto ha sido uno de los escritos más emblemáticos del dramaturgo norteamericano Richard Dresser, acaso uno de los más mordaces de su generación y responsable directo de aquello que él mismo ha dado en llamar “sociedad post-paranoica”. Y es que “la paranoia se vuelve invisible cuando los peores temores se hacen realidad”. Escrita a finales de la década de los ochenta bajo un impulso esperanzador, Días mejores reaparece en los escenarios internacionales como una nota a pie de crash económico con una clara intención: refrendar que es en momentos de trauma colectivo que las reformas sociales (y sobretodo espirituales) tienen su mejor caldo de cultivo. Como es su costumbre,