Disidente directo del surrealismo de Bretón y hermanado en sus postulados teóricos y pictóricos con el expresionismo abstracto norteamericano, CoBrA (acrónimo de Copenhague, Bruselas y Ámsterdam, ciudades a las que pertenecían los integrantes de la agrupación) tuvo una corta existencia (1948-1952) que no por efímera ha dejado de influir decisivamente en la evolución del arte contemporáneo. La similitud fonética del nombre del grupo con la serpiente venenosa no es mera coincidencia.
Conformada por 27 piezas producidas entre 1952 y 2004 pertenecientes a la colección privada de la galería Le Laboratoire, CoBrA: De la forêt que nous étions, somees, serons... ha significado el primer intento por reivindicar en la escena mexicana al grupo reconocido por la historia del arte como la última de las vanguardias europeas.
Disidente directo del surrealismo de Bretón y hermanado en sus postulados teóricos y pictóricos con el expresionismo abstracto norteamericano, CoBrA (acrónimo de Copenhague, Bruselas y Ámsterdam, ciudades a las que pertenecían los integrantes de la agrupación) tuvo una corta existencia (1948-1952) que no por efímera ha dejado de influir decisivamente en la evolución del arte contemporáneo. La similitud fonética del nombre del grupo con la serpiente venenosa no es mera coincidencia.
Comisariada por Julien Cuisset y signada por artistas como el danés Asger Jorn, el Belga Christian Dotremont y los holandeses Constant, Corneille y Karel Appel, entre otros, la obra exhibida destaca por una fuerte tendencia primitivista que a caballo entre el color y la ingenuidad aspiró en su momento a construir una sociedad mejor apostando a favor de que la “expresión creadora” se convirtiera no sólo en una posibilidad abierta a todos los seres humanos, sino también en un “derecho universal”.
Una postura radical frente a una Europa devastada por la segunda guerra que clamaba por la vuelta a la inocencia, si se quiere, pero una significativa aportación a la pintura posmoderna que vio en el “trazo primigenio” y el misticismo a los catalizadores perfectos contra el establecimiento del racionalismo, la abstracción y el populismo de las vanguardias artísticas contemporáneas. La presencia en México de esta discreta colectiva, ha significado un esfuerzo importante por refrendar a nuestro país como uno de los interlocutores decisivos en el devenir transdisciplinario del proyecto.